En un artículo de Fernando PÉREZ PACHO en la revista digital «ÚltimoCartucho.es» informa de la experimentación de distorsiones en la percepción y la memoria (procesos psicológicos básicos) durante los incidentes críticos, incluyendo el enfrentamiento armado.
Cuando un policía se encuentra en un estado de activación emocional muy elevado, procesa la información de forma diferente a como lo haría en un estado de activación bajo (se reduce la atención consciente, ausencia, imprecisiones de recuerdos, disociaciones (identidad/entorno), reflejo del puño (Disparos involuntarios))…
Una técnica preventiva para controlar las situaciones estresantes es el Entrenamiento en Inoculación del Estrés.
Haciendo click abajo se puede encontrar el artículo original:

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El día 10 se ha celebrado el día internacional de prevención del suicidio, un problema de salud pública que golpea con más intensidad a las FCS. Todo ser humano (y por ende, también los policías), por el hecho de serlo, experimentará, en algún momento de su vida, la vulnerabilidad, ya sea de carácter social, físico, psicológico, cultural o laboral.
La esencia de cualquier grupo humano (y por ende la sociedad y la administración) es la de acoger en su seno y apoyar a quienes viven en situación de vulnerabilidad. En ausencia de esta condición, el grupo pierde su humanidad.
Como afirma el teléfono de la esperanza, cuando una persona/policía tiene una dificultad, éste debe pedir ayuda si la necesita. Si observa en otros esta dificultad debe estar disponible para ayudarlo…
Existen muchos recursos si necesitas ayuda:
https://www.telefonodelaesperanza.org/
https://www.isniss.es/

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Para terminar os dejamos un artículo interesante relacionado con la temática:

Si al llegar de vacaciones te sientes cansado, con falta de apetito, concentración, sueño, estás fatigado… Si a nivel mental estás irritable, triste, desmotivado, nervioso… Puede ser que padezcas el síndrome postvacacional.
Se puede definir como el estado que se produce en el policía al fracasar el proceso de adaptación entre un periodo de vacaciones y de ocio con la vuelta a la vida activa, produciendo molestias que nos hacen responder a nuestras actividades rutinarias con un menor rendimiento.

Para prevenir este síndrome, los sanitarios aconsejan no alargar las vacaciones hasta el día anterior de empezar a trabajar. Se recomienda volver de vacaciones un par de días antes para que la adaptación a la rutina sea más paulatina, empezando a habituarnos nuevamente a los ritmos de sueño y comida.

Es conveniente desarrollar alguna actividad de ocio que sea compatible con el trabajo para que no sea tan brusco el cambio y tomarse tiempo para arrancar y volver a coger el ritmo que se tenía antes de vacaciones. Así como una actitud positiva del descanso, del trabajo y de la vida en general. Busca algún proyecto personal, familiar, laboral. Aprovecha el cambio y enriquécete.