Igual que los atletas se relajan después del ejercicio intenso para descansar y fortalecerse, el descanso es indispensable para la recuperación de las funciones psicológicas… Desconectar, relajarse y recuperarse de las demandas del trabajo permite drenar los recursos psicológicos (como la energía mental o la positividad en el estado de ánimo hasta niveles óptimos).

La investigación sugiere que cuando los trabajadores son capaces de recuperarse de las demandas del trabajo, evidencian una sensación de bienestar, mayor capacidad de rendimiento y un alto grado de compromiso. Las vacaciones y los fines de semana para reponerse de la tensión son fundamentales. Otras formas  en las que interviene en el descanso no sólo es en la ejecución eficaz de las tareas sino también la capacidad de iniciativa, en la creatividad y en la realización de comportamientos cooperativos con los compañeros.

Algunas de las recomendaciones para promover unas funciones psicológicas saludables, comprometidas y productivas tienen que ver con: reducir los factores de estrés (ambiguedad de rol y conflictos laborales), animar a los agentes a tomar vacaciones, controlar las peonadas laborales, reforzar estos principios a través del ejemplo de los jefes, desarrollar políticas de uso de tecnología relacionada con el trabajo (límites sobre la frecuencia de llamadas telefónicas, correos electrónicas, mensajería instantánea relacionada con el trabajo durante las noches, fines de semana y vacaciones), horario flexible (situaciones administrativas, flexibilizar las horas de inicio y salida, teletrabajo, compresión de horarios…)

Otra serie de consejos a modo individual es el tomarse tipo para aprender a separar (desinstalar aplicaciones on line, ajustes del estado del teléfono…), relajarse (meditación, yoga, senderismo, lectura…), establecer metas (algún curso, habilidad, retos, viajar, creatividad para incrementar el ánimo positivo y la autoconfianza), establecer rutinas para recuperarse (ejercicio, reuniones familiares, hábitos de vigilia-sueño.), Creación de una red de apoyo (red social: de amigos, familiares, de intereses para recuperar se del trabajo)

Para saber más…

Duelo = Dolor

«El duelo es tan natural como llorar cuando te lastimas, dormir cuando estás cansado, comer cuando tienes hambre y estornudar cuando te pica la nariz. Es la manera que tiene la naturaleza de curar un corazón roto«. Doug Manning

Todos tenemos compañeros en nuestras plantillas de trabajo con los que nos identificamos, trabajamos mejor, nos enseñan más, hay intercambio de pensamientos y sentimientos… Si alguien que nos importa nos deja y más si es repentinamente se produce el Duelo.

El duelo se trata de un proceso normal que sigue a la pérdida de un ser querido. Por lo tanto el  duelo es un proceso (implica tiempo), el hecho de que sea un proceso también implica que es algo activo, y el hecho que sea normal implica que todo el mundo atraviesa un duelo tras la muerte de un ser querido. Eso es lo normal: que duela.

Las formas de abordar el duelo pueden ser personales (de forma natural con el tiempo ir curando las heridas psicológicas), o profesionales para intervenir de forma eficaz y rápida el dolor que deja a nuestro paso la pérdida del compañero o ser querido mediante terapia(identificando y resolviendo conflictos que impiden completar las tareas del duelo), asesoramiento (facilitando la resolución de las tareas del duelo reciente), acompañamiento (permaneciendo al lado de la persona que sufre dolor escuchando su dolor y validarlo, dándole tiempo para la expresión emocional.)

Si necesitas ayuda, pídela…

El trabajo a turnos exige mantener al organismo activo en momentos en que necesita descanso, y a la inversa. Los turnos, además colocan al trabajador fuera de las pautas de la vida familiar y social. Todo ello provoca un triple desajuste entre el tiempo de trabajo, el tiempo biológico y el tiempo social.

Algunas de las consecuencias del trabajo a turnos sobre la salud y el bienestar del policía son: Trastornos gastrointestinales, pérdida del apetito, alteraciones en el sueño, trastornos nerviosos, mayor gravedad de los accidentes, insatisfacción personal en el trabajo, empobrecimiento de las relaciones sociales y familiares, pérdida de amistades, dificultad para disfrutar del ocio, aumenta el número de accidentes de trabajo…

Algunas de las consecuencias sobre la actividad laboral son: aumento del número de errores, reducción del rendimiento, disminución de la capacidad de control, absentismo…

Las actividades preventivas recomendadas por el manual de seguridad y salud para actividades genéricas de la Policía Nacional son: rotaciones rápidas en cuanto a la duración del ciclo, el sentido de la rotación debe ser el natural (mañana, tarde, noche), prever horarios de entrada y salida que respeten al máximo los ciclos de vigilia/sueño, limitación la duración del horario nocturno, comunicación con antelación de los turnos al funcionario para la organización de su vida social y familiar…

En la Policía Nacional además existe una Instrucción operativa para la adaptación del horario laboral nocturno por motivos de salud (IOPRL_001_DGP, del Sistema de Gestión de la PRL). En el anexo 2 de dicha Instrucción existe una lista no exhaustiva de patologías y circunstancias en las que valorar el trabajo nocturno: diabetes, úlcera, trastornos gastrointestinales, hipertensión arterial, accidente cerebro-vascular, enfermedad coronaria, narcolepsia, afecciones que perturben el sueño, epilepsia, trastornos psiquiátricos, tuberculosis, hemeralopía, alteraciones de hipófisis, tiroides o suprarrenales, embarazadas, oncología, asma, edad superior a 55 años…

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