“BURNOUT” SÍNDROME DEL QUEMADO.

INTRODUCIÓN.

A pesar de ser uno de los ejes vertebradores de las sociedades modernas, en nuestro país los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad son unos grandes desconocidos. En cambio, en Europa y EE.UU desde una perspectiva sociológica, la Policía y su trabajo se ha perfilado como una línea de investigación de consolidada trayectoria. Los estudios al respecto realizados en España se orientan hacia debates generales y poco se atiende al trabajo diario del agente y a la organización que ha de sustentar. Definir un modelo policial y dar una buena imagen es muy importante, pero no es menos trascendental ocuparse de las condiciones de trabajo del colectivo policial, pues ello conlleva una eficiencia y eficacia en el servicio que los agentes ofrecen a la sociedad y además, en una mayor calidad de vida laboral de los propios policías.

El estés laboral afecta de manera muy negativa tanto a los agentes como como a la organización en su conjunto y los costes que suponen estas consecuencias negativas son crecientes, pues las organizaciones que albergan en su seno a personas que padecen estrés va a verse enfrentada a “síntomas organizacionales”, como absentismo laboral, baja calidad de los servicios, accidentes ect.

¿QUÉ ES EL SÍNDROME DE BURNOUT?

El Síndrome de Burnout (también llamado simplemente “Burnout” o “síndrome del trabajador quemado”) es un tipo de estrés laboral conocido como crónico.

Podríamos indicar éste aparece cuando el individuo percibe en su ambiente un desajuste entre lo que demanda y los recursos con los que cuenta.

El concepto de “burnout” o síndrome de “estar quemado” surge en los años 70 (Freudenberguer, 1974), sería propio de profesionales que trabajan con contactos con las personas, siendo definido posteriormente  por Malach y Jason (1981) como síndrome multidimensional compuesto por tres síntomas fundamentales:

  • Cansancio emocional: El sujeto se siente emocionalmente exhausto por el propio trabajo y siente que sus recursos se han agotado.
  • Baja realización personal: Evaluación negativa al desempeño profesional. Evalúa negativamente su capacidad profesional.
  • Despersonalización: Conducta fría e impersonal ante los receptores de los servicios produciendo una deshumanización en el trato.

Su efectos negativos no solo afectan al profesional o a la organización, sino a los clientes de los servicios que la organización ofrece. Según muchas investigaciones, han relacionado el “burnout” con bajos índices de salud, insomnio, enfermedades físicas, con consecuencias colaterales negativas como problemas familiares y personales,  abuso de alcohol ect.

¿CÓMO AFECTA EL TRABAJO DE LOS AGENTES EL  SÍNDROME DE BURNOUT?

En su trabajo los policías distinguen cierto nivel de cansancio emocional. Del policía se espera continuamente, ofrezca una buena imagen y una actuación eficaz ante la resolución de situaciones altamente estresantes a pesar del coste personal que ello suponga. Pero cuando el estrés emocional y psicológico se hace patente, el profesional pierde la habilidad, la energía o el deseo de responder de manera óptima las situaciones conflictivas..

El policía empieza a ver y a tratar al público de forma diferente, transformándose los ciudadanos y usuarios de servicio en “objetos sin sentimientos” y responsables de los que les ocurre.

CAUSAS DEL ESTRÉS POLICIAL.

Elevado nivel de responsabilidad: Algunos puestos de trabajo exigen un gran nivel de atención y concentración sobre la tarea realizada. El más mínimo error puede tener consecuencias desastrosas. Un ejemplo sería el del personal médico, de cuyas manos muchas veces depende la vida de un paciente. Se trata de profesiones sometidas a altos grados de estrés y por tanto propicias para sufrir el Síndrome de Burnout.

– Jornadas laborales o “turnos” demasiado largos: Otra de las causas del “Burnout” son las jornadas demasiado largas. Trabajos en los que el empleado debe mantenerse en su puesto por 10, 12 e incluso 16 horas, pueden aumentar drásticamente la posibilidad de padecer este síndrome.

– Trabajos muy monótonos: Paradójicamente, los puestos laborales aburridos, repetitivos o carentes de incentivos también pueden ser causa del Síndrome de Burnout. El trabajador no encuentra ninguna motivación en lo que hace y ésto le causa frustración y estrés. A nadie le gusta pasar cientos de horas al mes realizando una actividad que no le motiva en absoluto y con la que no se siente cómodo.

-En ocasiones, el estrés laboral puede estar causado por la falta de apoyo que el empleado recibe tanto por parte de sus subordinados, como de sus superiores e incluso de sus propios compañeros.

-Si en el punto anterior el trabajador se veía privado del apoyo necesario para realizar satisfactoriamente sus tareas, en este caso se va más allá y no sólo se ve privado de apoyo, sino que además es objeto de burlas, insultos, intimidaciones, amenazas e incluso violencia física (lo que se conoce como “mobbing” o acoso laboral). Se trata de uno de los casos más graves de estrés laboral en los que en muchos casos los empleados requieren de atención psicológica.

-Una mala gestión de la capacidad de mando por parte de aquellos que ostentan las posiciones de poder en el reparto de tareas y la toma de decisiones puede ser otra de las causas del estrés laboral.

– Falta de reconocimiento. La carencia de estímulos positivos hacia el trabajador cuando obtiene un logro beneficioso para la empresa, puede ser encontrarse entre las causas que producen estrés laboral.

– Condiciones ambientales del lugar de trabajo. Inadecuada gestión de los recursos básicos que el trabajador necesita para sentirse cómodo en su puesto de trabajo, como pueden ser la temperatura, la luz o en ocasiones, el silencio, que puede estar contaminado con ruidos desagradables, que impiden al empleado concentrarse adecuadamente cuando lo necesita.

Falta de medios. Uno de las causas más frecuentes en el ámbito policial, es la falta de medios (mal estado, escasez) para poder realizar los agentes su trabajo con total garantías y poder ofrecer lo mejor de sí.

– Relaciones con la comunidad. Apatía del público, imagen negativa de la Policía, escaso apoyo a su trabajo. El policía se percibe como un experto ofreciendo un servicio vital a la comunidad, pero con frecuencia es tratado como si fuera un enemigo del bienestar social.

– El peligro físico que están sometidos los agentes y la preocupación de sus familiares.

– Mal reparto de honores y medallas que crea frustración y sentimientos de impotencia en los agentes.

Un policía podría ser capaz de anteponerse a los factores de estrés si sintiesen en líneas generales que sus superiores conocen y comprenden sus problemas, pero parece que en algunos mandos, desde el punto de vita del agente, en vez de eliminar algunas presiones, crean presiones nuevas. Además al policía no se le pide ninguna participación en decisiones que les afecten directamente.

ViveCNP

“Compromiso por la vida”

BIOGRAFÍA:

estréslaboral.info

Escuela de Seguridad Pública de Málaga.