La importancia de la EVALUACIÓN PSICOLÓGICA de los funcionarios que sufren delitos violentos.
Cuando se habla de daño psicológico se refiere a las lesiones psíquicas agudas producidas por un delito violento y a las secuelas emocionales, interfiriendo ambas en la vida personal, laboral y social del policía.
Las lesiones psíquicas mas frecuentes son la alteraciones adaptativas (como estado de ánimo deprimido, ansioso o mixto), el trastorno por estrés agudo, el trastorno de estrés postraumático o la descompensación de una personalidad anómala.
Las secuelas emocionales, a modo de cicatrices psicológicas, se refieren a la estabilización del daño psíquico, es decir, a una discapacidad permanente que no remite con el paso del tiempo ni con un tratamiento adecuado.
El desarrollo de consecuencias psicopatológicas en víctimas de delitos violentos está relacionado con múltiples aspectos: el suceso violento (factor precipitante), las circunstancias individuales y ambientales previas (factores predisponentes) y posteriores al suceso (factores mantenedores.)
La evaluación del daño psíquico sufrido en las víctimas es importante para planificar el tratamiento, así como para tipificar los daños criminalmente, establecer una compensación adecuada o determinar la incapacidad laboral.
El objetivo de los dictámenes periciales en las víctimas de los delitos violentos es valorar el daño psicológico existente, probar la existencia de un delito, u/o repara el daño causado a la víctima.