Desde el SUP se está descubriendo una problemática dentro de los funcionarios del CNP, el suicidio. Desde el año 2000 hasta el 2014 se han suicidado 119 personas lo que representa una media aproximada de ocho suicidios al año. Desde el sindicato para atajar este problema se ha creado un servicio a disposición del los policías denominado ViveCNP, en él se está estudiando a nivel sociológico, psicológico y laboral el camino para resolver esta lacra. A través de las distintas plataformas telemáticas los funcionarios pueden ponerse en contacto con nosotros y exponer su problemática, a su vez sirve para procesar toda esa información, realizar estadísticas y estudios y dar respuesta a los distintos problemas. A continuación os presentamos la siguiente estadística:
Es primordial gestionar adecuadamente las emociones y la necesidad de motivarse diariamente para mejorar la adaptación al entorno laboral, evitando el estrés y cuidando la salud psicológica.
Precisamente la Inteligencia Emocional explica la importancia de ser conscientes de nuestras emociones como base para resolver las dificultades a las que nos enfrentamos diariamente en el trabajo.
Cinco pasos claves para gestionar emociones negativas: desarrolla la capacidad para redirigir las emociones y evitar que sean ellas las que nos controlen.
Reconoce la emoción y ponle nombre.Necesitamos escucharnos y responder a la pregunta de: ¿cómo se llama la emoción que estoy sintiendo? Darle un nombre concreto nos ayuda a iniciar el proceso de gestión. Difícil es trabajar sobre una sensación abstracta y global.
Acéptala.En ocasiones, después de reconocer qué es lo que estamos sintiendo nos esforzamos en intentar eliminar o bloquear dicha emoción. Puede ser que nos vetemos el derecho a experimentarla o quizás queremos evitar que los demás la detecten, entre otras posibles razones. Démonos permiso a experimentarla y profundiza en ella.
Elige una emoción alternativa.Reflexionar y elegir qué emoción positiva nos gustaría sentir frente al problema o frente a la situación que nos ha creado estrés, nos permitirá salir de nuestro malestar actual para adoptar otro enfoque.
Visualiza como actuarías con tu nueva emoción.Dedicar un tiempo a imaginar, con todo tipo de detalles, cómo sería nuestro comportamiento si modificáramos nuestra emoción sirve de experimentación y propicia el cambio cognitivo. ¿Qué haría diferente, cómo hablaría, qué decisiones tomaría?
Pasa a la acción.Sin acción no hay evolución. Hemos elegido la emoción e imaginado el cambio que provocaría en nosotros. En el último paso actuamos según la visualización que hemos diseñado, sintiendo diferente y gestionando el malestar para alcanzar el cambio real.
La capacidad del ser humano para superar dificultades, traumas y superarse a sí mismo es ilimitada. Un elemento esencial para conseguirlo es la capacidad de automotivación personal. Cuando se trabaja en la intervención social no sólo la motivación puede ayudarnos a superar trances y evitar el estrés, sino que es esencial reconocer el valor de la labor que se realiza.
En Vitoria, del 23 al 30 de Septiembre del 2013, representantes de la Federación de Igualdad y Conciliación, asistieron al curso de técnicas de motivación para empleados públicos. Las jornadas han sido impartidas por la profesora Mercedes Sánchez Miguel, con la colaboración de Jesús María Platón y Edurne Murua. El objetivo del curso se basó en tomar conciencia de los recursos personales, conocer las respuesta y encauzarlos hacia metas profesionales. Se trabajaron las habilidades sociales (empatía, asertividad y el liderazgo), y los pilares de coaching: Autoconciencia, Autocreencia, Responsabilidad, Acción y Compromiso (“los cambios sólo ocurren con un compromiso verdadero”).
Se insistió en transmitir una reflexión: “no te enfades con la persona, sino con la acción”.
Como ejemplo, de la importancia de la gestión emocional, una pequeña historia, en dónde la gestión emocional puede ser potenciadora o puede ser limitante:
Construir una catedral.
Un buen día un hombre se encontró con una cantera y tres cuadrillas de operarios, cada una con un capataz diferente. Se detuvo a observar y no tardó en darse cuenta de que, aunque todos hacían lo mismo, cada cuadrilla lo hacía en forma diferente.
Se acercó a la primera cuadrilla, y vio que uno de sus operarios estaba visiblemente enojado, y su cara reflejaba lo poco que le gustaba aquel trabajo, picaba la piedra con desgana y la ponía sobre la carretilla casi con violencia, maldiciendo su suerte.
Se acercó a la segunda cuadrilla y vio que uno de sus operarios tenía cara de aburrido. Trabajaba sin enfado, pero también sin ánimo. Se le veía mucha desgana. Continuamente miraba el reloj y bostezaba.
Por último, se acercó a la tercera cuadrilla, vio un operativo que ponía una nota optimista al grupo. Silbaba una melodía con mucho ánimo. Cogía la piedra con cuidado. Y avanzaba sin pausa en su trabajo.
Intrigado aquel hombre, optó por ir a entrevistar a cada uno. Se acercó al primero y le preguntó: dígame amigo. ¿Qué hace usted en la cantera? El operario se incorporó y enfadado le respondió” ¿No se da cuenta? Estoy aquí picando estas malditas piedras”. Caminó un poco y se detuvo frente al segundo operario y le hizo la misma pregunta; éste le respondió desganado: “Aquí estoy ganándome unos cuantos euros para mantener a mi familia”. Entonces lleno de curiosidad se dirigió al tercer operario y le pregunto: dígame, amigo ¿qué hace usted en la cantera? El tercer operario se irguió y con un aire ufano y con orgullo le respondió:” ¡Ah señor, estoy ayudando a construir una catedral!
LA EXCELENCIA DE UN LÍDER, SE MIDE POR LA CAPACIDAD DE TRANSFORMAR LOS PROBLEMAS EN OPORTUNIDADES.